miércoles, 14 de julio de 2021

EL TALENTO

¿Cuáles son tus Talentos?.
El conocernos a nosotros mismos es una buena pauta para entender lo que realmente nos gusta y deseamos sobre todas las cosas que existan en nuestras vidas. A partir de descubrir nuestras habilidades el camino a seguir se enfocará con mucho mayor facilidad, pero aún así las cosas que no coinciden con nuestro gusto personal, es entonces que debemos sacar la casta y tener el sentido de "adaptación" en situaciones adversas hasta encontrar la luz liberadora.
Respecto al ajedrez es definitivamente la combinación de nuestros talentos con el control emocional, la calma, la toma de decisiones dependerá del conocimiento de nuestros impulsos emocionales.
A un poco o nulo control emocional los resultados son desastrosos, en caso contrario, cuando hacemos conciencia y controlamos nuestras emociones los resultados pueden resultar favorables.
Lo maravilloso es que desde temprana edad se nos presenta la posibilidad o las condiciones necesarias para cierta disciplina y si somos constantes, seguramente la habilidad y el talento aflorarán con el tiempo tarde o temprano.
Fischer decía: "Cuando tenía once años, sencillamente me volví bueno".
Kasparov: "Existen tantas razones para el fracaso como para el éxito; es imposible hacer generalizaciones globales. El triunfo o el fracaso de cada jugador tiene sus propias causas. El más controvertido de todos ello es esa presa tan elusiva llamada "talento". Todos conocemos historias de precocidades de este tipo y, en general, solemos aceptar que tales individuos nacieron con dones especiales.
-Mozart, componía sinfonías a los 5 años.
-Pascal, escribía teoremas geométricos en las paredes de su cuarto de juegos a los 12 años.
-Reshevsky, se exhibía se exhibía de marinerito, y vencía a salas repletas de jugadores adultos por todo Europa a los siete años. Lo examinaron exhaustivamente psicólogos buscando el origen de sus milagrosas capacidades increibles para su edad.
-Capablanca, aprendió a jugar a los 4 años con sólo ver jugar a su padre y seguidamente rivalizar a jugadores expertos.
Aun así, esos extraordinarios talentos necesitan una oportunidad para desarrollarse. Así pues, el debate de la genética contra la educación no tiene una solución tan fácil. Si el padre de Mozart hubiera sido pintor en lugar de músico, ¿conoceríamos hoy día a Mozart?.
No todo el mundo tiene tanta suerte, pero podemos contribuir muchísimo a crear nuestra propia fortuna, e intentar adecuar nuestras habilidades a nuestra profesión. El problema es que cuando llegamos a la edad adulta, raramente ponemos a prueba nuestros recursos, y sin esa comprobación es imposible descubrir nuestras cualidades. Si no hemos tenido dicha oportunidad en la infancia, podemos tenerla en la madures. Podemos buscar fórmulas para experimentar y comprobar dónde esta el límite de nuestras capacidades en diferentes áreas.
Es verdad que para ser un gran jugador de ajedrez hay que tener buena memoria, pero es mucho más difícil explicar qué es lo que hay que recordar exactamente. ¿Modelos? ¿Cifras? ¿Posiciones?
-Philidor, jugó dos partidas simultáneas sin ver el tablero y se le consideró un genio en su época.
-Najdorf, jugó la mayor exhibición de ajedrez a ciegas con 45 tableros simultáneos, es decir 1'440 piezas por controlar, logrando +39,-2,=4 quienes por supuesto jugaban viendo el tablero.
Najdorf tenía una espectacular "memoria ajedrecística". Esta capacidad permite un cálculo rápido y mayor visualización en posiciones similares que nos aventaja a quienes no tienen experiencia.
La memoria puramente rutinaria es mucho menos importante que la habilidad para reconocer las pautas esenciales. debemos poseer un grado de autoconciencia, esencial para el éxito. Al final de cada jornada diaria preguntarnos, ¿qué lecciones hemos aprendido para el mañana?".


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